Cuando se habla de las estrategias de las empresas familiares, hay que preguntar: ¿qué está primero, la empresa o la familia? La teoría dice que si no se cuida el negocio, tampoco habrá empresa para la familia.
Sin embargo, la experiencia demuestra que, en realidad, el vínculo familiar suele estar primero, porque la familia tiene dificultades para separar los temas afectivos de los laborales.