Para fortuna de la pintura mexicana, Cardoza y Aragón puso a su servicio sus palabras siempre inteligentes y apasionadas. Sus libros sobre pintura son un viaje a través del tiempo, de los espacios y de la luz. El trayecto da principio con una definición de los ojos con que el poeta ve la pintura: “Aborrezco de los críticos de arte.