Relatos poblados por seres extraños, como el hombre que decide vender su mano izquierda a una galería de arte o la mujer que no puede parar de reír, en los que Alejandro Morellón disloca el pensamiento y modula lo fantástico con un inequívoco propósito: revelar el absurdo del mundo, pero también sus numerosos contrastes y sus quiebres más poéticos.