Satanás, harto de su vida en el averno -donde hacer el mal es cosa de todos los días-, decide venir a la tierra y darle un giro a su aburrida existencia, qué mejor que encarnando a un multimillonario estadounidense, Henry Wandergood, cuyo íntimo deseo es ocupar su fortuna en el bien de la humanidad. Dicho deseo lo conducirá a confrontar las vicisitudes de la experiencia humana. Mediante reflexiones sarcásticas y mucho humor negro, Andréjev mostrará aspectos descarnados y actitudes viles que sólo el ser humano diestro en concebir. Al finalizar la novela, los lectores percibirán un eco en su interior, la tonada de aquella canción de los stones: symphathy for the devil. Al igual que Tosltoi, Turgueniev o Dostoievski, las obras de Andreiev son dramas psicológicos que indagan el alma humana y representan la tragedia del hombre moderno.