Esta novela relata los avatares de una acaudalada y muy limeña familia. El autor nos ofrece el vívido retrato del fundador de esta saga –un minero de finales del siglo XIX que con enorme creatividad y no poco sacrificio funda un gran imperio financiero– y de sus descendientes.
A juzgar por el dramático curso que toman las vidas de éstos, el barniz de civilización con el que adornan sus vidas no los libra de los instintos más primarios que laten en su ser. Sólo ello explica que el juego de la vida consista, para algunos de los personajes, en dirigir otras vidas, contrariar destinos y, en un extremo sobrecogedor, deshacerse de quienes ponen en riesgo el orden señorial. Con esta novela Bryce logra el retrato tierno, violento, feroz e incluso inmisericorde de una familia que lo pierde absolutamente todo y cuyos últimos descendientes encarnan la más atroz decadencia de un linaje.