Si en una época de mi actividad literaria me atrajeron los folk-tales, los fairy-tales, no era por fidelidad a una tradición étnica ni por nostalgia de las lecturas infantiles, sino por interés estilístico y estructural, por la economía, el ritmo, la lógica esencial con que son narrados. Solo un escritor tan sabio y versátil como Italo Calvino podía llevar a buen termino la tarea de seleccionar los doscientos mejores cuentos de la tradición popular italiana, aquí publicados integramente empañados de un extenso prologo y anotados por el propio Calvino. A lo largo de dos anos Calvino escogió, entre un cumulo de narraciones recopiladas durante casi dos siglos, las versiones mas bellas y originales y las tradujo al italiano a partir de los dialectos en que habían sido compiladas.’’> reseña de usuario