Encerrado en el sótano para pasar su semana de vacaciones lejos de todos, Lorenzo, un adolescente de catorce años, introvertido y un tanto neurótico, se dispone a vivir su sueño solipsista de felicidad: sin conflictos, sin molestos compañeros de escuela, sin comedias ni ficciones. El mundo, con sus reglas incomprensibles, ha quedado al otro lado de la puerta, mientras él disfruta de su soledad arrellanado en un sofá, entre botellas de Coca-Cola, latas de atún y novelas de terror.