El marido de Rosélie acaba de ser asesinado. Abandonada a su suerte en Ciudad del Cabo, se siente una extranjera en tierra hostil, una sombra dibujada en el rostro de un país cuyas heridas siguen cicatrizando.
Querría volver a su casa, pero ¿dónde está su casa? Nacida en Guadalupe, educada en Francia, el color de su piel la ha perseguido por cuatro continentes, y no hay lugar en el mundo que le haya dado tregua.