El mezquino juez Adán recibe en su juzgado un caso singular: averiguar quién ha destrozado un cántaro en el dormitorio de la joven Eva, y el principal sospechoso es su prometido Ruprecht. Sin embargo, el auténtico causante no es otro que el mismo juez Adán, quien se valdrá de las más grotescas argucias para salvaguardar su supuesta inocencia en esta extraordinaria comedia.