Las figuras sonrientes de los dioses totonacas indican que para algunos pueblos prehispánicos el sentido del humor era un atributo divino.
El carácter juguetón de Hunahpú e Ixbalanqué y su torneo de bromas pesadas en el Popol Vuh revelan la existencia de una camaradería jocosa entre los dioses de la mitología maya. Enrique Serna.