En un contexto donde el cambio es rápido y la complejidad aumenta, el desafío crucial que enfrentan las marcas es mantener el valor percibido y la relevancia se convierte en una tarea monumental para los profesionales del marketing. La saturación de nuevas marcas, categorías y opciones de consumo, junto con la disminución de la capacidad de atención y las diferencias generacionales, generan una sensación de incertidumbre y volatilidad.