No es preciso ser monje para ser Zen. Vivir en grandes núcleos urbanos es una invitación a la distracción. Mantenerse concentrado en tareas simples, por fácil que parezca, se vuelve imposible con el exceso de información y obligaciones. Zen para distraídos aplica los conceptos del budismo para mejorar nuestro bienestar cotidiano. Con este libro podrás: Aprender técnicas de meditación. Comprender el concepto de karma. Entender el Nirvana.