Para obtener el éxito profesional no basta poseer amplios conocimientos médicos, ni la tecnología de punta, ni el consultorio lujoso o la aplicación de la mercadotecnia médica moderna. El éxito en esta profesión depende de factores poco perceptibles, que no se enseñan en la escuela de medicina y que el médico debe descubrir y aplicar para que su potencial no se malogre en la mediocridad.