Muchas personas sufren problemas relacionados con la ansiedad, que en la actualidad es uno de los motivos más frecuentes de consulta en terapia. Sin embargo, la ansiedad en sí misma no es mala, sino un mecanismo inherente al ser humano con una función clara: ponernos en alerta y preparamos ante un posible peligro. El problema viene cuando este mecanismo se descontrola y la ansiedad aparece sin motivo o se niega a marcharse, impidiéndonos vivir nuestra vida con normalidad y plenitud.