Después de los sucesos de la noche de la Luna Roja y la trágica batalla en el Castillo de la Luna, lo que el rey Emil Solerian desea es la paz entre Ilardya
y Alariel.
Aunque los rencores y prejuicios de un milenio no son fáciles de sanar, Emil está decidido a hacer su mejor esfuerzo con un nuevo Tratado que logre una convivencia armónica.