Mabon, coincidente con el equinoccio de otoño, es la mítica festividad que da comienzo al letargo de la naturaleza, en la que se celebra y se agradece la abundancia de la segunda cosecha.
La comunidad se reúne en un gran banquete para compartir los frutos que la Tierra les ha ofrecido y para implorar a sus deidades prosperidad para la próxima temporada.