Zezé tiene una imaginación gigantesca y sueña con ser sabio y poeta y usar corbata de moño cuando sea adulto. Pero ahora, que es un niño, su padre quedó sin empleo, su madre trabaja todo el día y sus hermanos mayores le pegan cada vez que hace una travesura. Cuando se siente triste, Zezé cuenta con un amigo muy especial, una planta de naranja lima que le habla con las hojas, las ramas y las raíces, y lo consuela haciéndole escucha cómo palpita su corazón dentro del tronco.