Entre 1906 y 1909, el eminente lingüista ginebrino Ferdinand de Saussure se dedicó a investigar la poesía de los grandes clásicos griegos y latinos, en los que descubrió una sutil técnica de composición aún desconocida por los especialistas. Desde que aparecieron los primeros fragmentos de este trabajo en revistas, la investigación saussureana sobre los anagramas o para gramas despertó inmediatamente una atención apasionada.