Parece difícil de creer pero hubo un momento en que Airbnb era el secreto mejor guardado de los hackers de viajes y los couch surfers, Pinterest era un sitio web de nicho frecuentado sólo por los panaderos y crafters, Facebook era el medio hermano incómodo de MySpace y Uber fue un alborotador que no tuvo ninguna oportunidad contra el Goliat que era New York City Yellow Cabs.