De empleado a millonario proporciona una perspectiva realista del mercado de trabajo: Demuestra que, trabajando exclusivamente para otro, es prácticamente imposible desarrollar el máximo potencial individual o alcanzar prosperidad financiera alguna. Alerta de los riesgos de la dependencia en exclusiva de una nómina. Analiza las consecuencias de nuestra educación, centrada en formar a jóvenes para que tengan un jefe.