La Princesa Winter es admirada por la gente de Luna por su gracia y bondad, y a pesar de las cicatrices que marcan su rostro, su belleza -se dice- quita más alientos que la de su madrastra, Reina Levana.
Winter desprecia a su madrastra y sabe que Levana no aprobará sus sentimientos por su amigo de infancia - el apuesto guardia de palacio, Jacin. Pero Winter no es tan débil como Levana piensa y ha estado socavando los deseos de su madrastra por años.