Cuenta la leyenda que Melliedor no siempre fue un mundo fragmentado. Se dice que en tiempos remotos convivían pacíficamente humanos y galdurianos, seres mágicos en quienes se aloja una poderosa energía de la naturaleza. Hasta que, durante una noche con tres lunas, se impuso un temible régimen que puso fin a su amistad. Algunos se vieron obligados a esconderse en rincones sombríos; otros; a vivir con el temor de que sus hogares fuesen reducidos a cenizas.