Era normal que Brandon se viera a sí mismo como si fuera alguien más cuando estaba drogado. Salía de su cuerpo y regresaba con un mínimo esfuerzo. Esta vez no regresó. Ahora observa su cuerpo muerto por una sobredosis. Su nobleza le ha permitido reencarnar brevemente en animales insignificantes, y con los ojos de ellos mira su propio funeral mientras recuerda lo que fue y lo que pudo haber sido.
Por sobredosis retrata con humor negro, no exento de sensibilidad, el mundo de los jóvenes urbanos expuestos a los riesgos de las drogas y el alcohol.