El matrimonio de Lauren y Ryan está en punto muerto, al borde de la ruptura. Ellos saben que se quieren, pero no son felices, ni siquiera se soportan. ¿Cómo han podido llegar a esta situación? Tienen que hacer algo drástico si no quieren terminar mal. Así que se les ocurre un plan poco convencional: estar separados durante un año y no tener contacto entre ellos.