Tras pasar el verano en Nueva York, Jackie Howard regresa al rancho de los Walter. Se marchó porque necesitaba espacio, sobre todo después de ese beso de despedida con Cole. Y, aunque ha podido dejar de escribirle durante el verano, no ha conseguido parar de pensar en él. De vuelta en el pueblo de Colorado, el plan de Jackie consiste en evitarlo, pero su primer encuentro cara a cara le deja claro que la atracción que siente por Cole es irresistible.