Lillia, Kat y Mary tenían el plan perfecto: conspirar para vengarse de quienes les hicieron daño. Pero las cosas no salieron como esperaban en el baile de bienvenida.
Solo les queda seguir adelante y recomponerse, olvidar que alguna vez hubo un pacto. Pero no es fácil, no cuando Reeve sigue siendo un completo imbécil y Rennie es más cruel que nunca.