Desde que Cass estuvo a punto de ahogarse (está bien, sí, se ahogó, pero no le agrada pensar en eso), puede correr el Velo que separa a los vivos de los muertos... y entrar al mundo de los espíritus.
De hecho, Jacob, su mejor amigo, es un fantasma.
De modo que las cosas ya son bastante extrañas en su vida, pero se van a tornar más extrañas aún.