La naturaleza conoce solamente movimientos que fluyen: por ejemplo, un arroyo suavemente sinuoso se abre camino entre el paisaje, los vientos forman remolinos, y cada ola adquiere formas suaves. Esto se debe a que la energía siempre desea estar en movimiento; es una primitiva ley universal. Los consejos y sugerencias de este libro lo invitan a : Estimular los sentidos aplicando la doctrina del Feng Shui a su jardín. Descubrir el secreto de una buena combinación entre entorno, colores y formas.