¡Silencio, niños! encabeza un grupo de cuentos divertidos por donde circulan personajes más bien raros: un hombre-bala, un náufrago exigente, un gato ladrón de pizzas, un rey que no quería bañarse, un señor que se enoja los jueves, otro que ronca melodiosamente, un mensajero con mala memoria y un súbdito de la corte china que nadie (ni la autora), sabe si es pájaro, pez, hombre, duende o topo.