Hace tiempo que Nicolás prefiere estar en su cuarto, con la música a todo volumen, y sin asomarse demasiado al mundo. No es muy fácil ser adolescente y sentirse cómodo consigo mismo. ¿Quién iba a decirle a Nicolás que en un viaje a la selva lacandona iba a encontrar, al mismo tiempo, un jaguar, uno o dos misterios, un amigo y un gran amor?