Milton era un niño feliz hasta que un bruto de su colegio empezó a hacerle la vida imposible. Un día se encontraba muy preocupado por lo que ese pendenciero pudiera hacerle al volver a la escuela. Pero de repente se vio envuelto en una serie de situaciones (incluida una lección muy especial de su gato Snuggles) que le ayudaron a comprender algo muy importante: que la única manera de ser feliz es vivir en el Ahora.