¿Un río contaminado, una planta que está a punto de desaparecer del planeta, un niño dispuesto a viajar a la selva?, ¡bah!, de esas cosas se oye hablar todos los días. Prefiero los buenos cuentos modernos de miedo y horror, me dijo un amigo al que empecé a contarle esta historia. Tal vez mi amigo no tuvo paciencia, porque si hubiera escuchado más se habría dado cuenta de que un poco de lo que él quiere está dentro de este libro.