Tener miedo a los perros es una cosa serie. Sobre todo si no sólo se teme a los perrotes enormes, sino también a los pequeñitos que corren espantados al oír el vuelo de una mosca. Eso significa que uno tiene más miedo que el más miedoso de los miedosos. El problema de Laura es que su nuevo mejor amigo tiene un perro olisqueador y eso le impide verlo o visitarlo. Y su repertorio de excusas esta a punto de agotarse.