Chester no se conforma con ser el protagonista de un libro: ¡también quiere escribirlo e ilustrarlo! Para que Melanie no se lo impida, este travieso gato le ha escondido todos sus instrumentos de dibujo, y hasta el ratón de su computadora. Así, en esta historia Chester desata su imaginación y sus aspiraciones: es desde un superhéroe hasta un gran artista de la ilustración. Claro, no contó con que su ya famoso marcador rojo se quedaría sin tinta.