Nadia tiene 12 años, pero para sus hermanos, ya es una adulta, pues cuando la casa es un caos, ella es quien ayuda a poner orden. Pero, a veces, Nadia desearía cerrar los ojos y poder saltarse estos días en los que su papá promete recuperarse y su mamá no deja de llorar; saltarse también los días de escuela en los que es la nueva, la rara: Nadia, Nadiecita, Nadie. Una novela entrañable cuya protagonista sortea las dificultades de ser auténtica en un mundo regido por los parámetros de la moda, a pesar de los problemas que le rodean en el seno familiar.