Cada mañana la señora Marta sale y comprueba que el mundo está en su lugar: sus amigas en una terraza juegan a las cartas, la playa de siempre en el lugar de siempre, los niños se divierten en el patio de la escuela. El barrio de la señora Marta es un barrio como cualquiera, pero es también un barrio único en el mundo, porque es el suyo.