Mamá y Papá se parecían muchísimo. Ambos tenían cabello negro, aunque el de Papá era corto y el de Mamá tan largo que lo enrollaba varias veces alrededor de su cabeza. Sus dientes eran blancos y derechos, con dos largos y puntiagudos arriba, a los lados. Sus uñas parecían garras y sus orejas eran puntiagudas.