Una niña encuentra el extremo de una línea que, al avanzar las páginas, se transforma en tobogán, liana, aro, burbuja o tendedero para colgar los juguetes. Esa línea es el trazo que alguien hizo con una cera o un lápiz; pero es también guía y objeto de diversión, invención y creatividad. Un homenaje al juego, al dibujo y sus posibilidades infinitas, donde cada página guarda una sorpresa para el lector.