Cuánto apuestas a que cuando vas de día de campo y sientes mucho calor, buscas refrescarte bajo la sombre de un árbol, te acurrucas en tus cobijas; a que cuando estás triste, platicas con alguien para que te alegre con palabras divertidas y frondosos abrazos que son como el abrigo que nos dan el árbol y las cobijas.