Además de estar loca por la ciencia, le gustan las muñecas que expulsan mocos cuando las abrazan y tener murciélagos de mascotas. Como en su nueva escuela todo son diferentes de ella y la rechazan, decide realizar un experimento para convertirse en un aniña igual a las demás.
Pero dejar de ser uno mismo nunca es buena idea, y Franny lo descubrirá gracias al horroroso monstruo de calabaza.