En una comunidad cercana al Popocatépetl, existe una función muy importante: la de granicero. Es la persona que se encarga de platicar con los volcanes para saber qué quieren de cumpleaños y pedirles ayuda para tener buen clima en tiempo de ceosechas. Pero, para asumir este cargo, el elegido debe superar una terrible prueba. En esta historia, la elegida es Cielo, una niña de doce años. ¿Podrá una pequeña cumplir con tan grande responsabilidad? ¿Podrá mejorar el destino de su pueblo?