Sandra tiene una fascinación por la magia y desea invocar a los muertos. Acompañada de Laura, su hermana menor y su primo Javier realiza una sesión de espiritismo en el cementerio y sin querer libera a varios fantasmas que ponen al pueblo de cabeza. Los tres tienen que descubrir cómo regresar los espectros al Más Allá: sin embargo cuando creen que todo ha quedado resuelto, se dan cuenta de que el espíritu más peligroso aún sigue libre y trama un plan en contra del pueblo entero.