Skat acaba de terminar la primaria y se dispone a pasar plácidamente los dos largos meses de vacaciones rodeado de su música, sus juegos, sus libros y sus amigos. Saborea la idea de que esta a punto de entrar a ese territorio que separa a los hombres de los niños: irse a Papantla, ciudad de Skat no conoce y en la que piensa que moriría de aburrimiento