Desde la Edad de Piedra hasta nuestros tiempos, el ser humano ha estado al pendiente de los materiales que lo rodean y de la manera en que éstos facilitan su trabajo y sus faenas cotidianas. De la mano al hacha, del tejido a la rueca, del caballo a la máquina de vapor, a través de una combinación de necesidad, observación y curiosidad, siempre guiada por la eterna pregunta "¿Qué pasaría si..?", el hombre continúa desarrollando instrumentos y herramientas cada vez más refinados para lograr lo inconcebible y explorar lo inimaginable.