Arturo está preocupado porque el gallo que lo despierta todas las mañanas no está en el corral.
Al entenderse de la ausencia de otros pollos en el pueblo, se reúne con sus amigos y juntos discurren un plan para atrapar al responsable de tan extrañas desapariciones. Algo les hace sospechar que son los gatos y se organizan para declararles la guerra