Los niños de todo el mundo pronuncian estas palabras cuando se acerca la hora de dormir. No importa en qué país vivan, o si las historias que conocen y suelen escuchar están llenas de hadas y duendes o cebras y jirafas. La imaginación de los niños supera cualquier frontera, cualquier muro, cualquier diferencia entre culturas y razas, y se enfoca en lo más importante, en lo esencial en un cuento.