Cuando la señorita Clueca anunció que un nuevo animal iba a llegar a la escuela y que además se trataba de un oso, todos los animalitos se emocionaron mucho. Pero lo que no se imaginaron fue que Boris era más peludo, más enorme y más tenebroso de lo que esperaban. Una hermosa historia que nos recuerda que ser nuevo en la escuela cuesta un poco y que a veces las apariencias engañan.