Doctor Strange acaba de subir las escaleras del Sanctum Sanctorum de Nueva York y le trae a Wong, antiguo bibliotecario de Kamar-Taj, un poco de té.
Para Wong, esto resulta sospechoso. Conoce mucho sobre Stephen Strange: cómo, después de un accidente automovilístico, viajó hasta Nepal buscando una cura para sus temblorosas manos; cómo, casi a la velocidad de la luz, se convirtió en maestro de las artes místicas; cómo salvó el mundo y la vida del mismo Wong, manipulando el tiempo. Pero ¿preparar té? Nunca. Algo está mal.
Si Doctor Strange no le dice pronto a Wong, el mundo estará en peligro. Algo grande y siniestro se avecina, y tendrán que enfrentarlo juntos.