Mientras merodean por el bosque, el valeroso (¿?) Ricardo y su escudero Níspero se encuentran con una colorida (aunque fétida) compañía de caballeros que vienen de las salvajes tierras de Frankfurtia.
Por un desafortunado equívoco, el paladín conduce a los bárbaros al castillo de Peña Fangosa, para después descubrir que estos vienen con la intención de asediarlo.