Ardilla Miedosa nunca va a la playa. Prefiere quedarse segura en casa y hacer una playa artificial antes que correr el riesgo de encontrarse en medio de bandas de gaviotas, tribus de medusas, manadas de monstruos marinos o bandas de piratas. Su playa está casi completa pero le falta un detalle: el relajante sonido del mar. La solución está en hacer un rápido viaje a la playa para conseguir una concha de mar. Miedosa prepara su viaje meticulosamente pero algo se sale de control.